Eran los años 90, ganaba experiencia con el pasar de los años, mi admiración por los perros y aun mas por los dobermann crecía cada vez mas, he tenido la suerte de convivir con muchas razas, ( rottweiler, mastín, pastores, gran danés, mucuchies, rodesianos, dálmatas, Golden, pitbull, bulterrier, afgano, setter, schnauze, por supuesto el Dobermann, y muchas razas mas, por casi 30 años, mantuve 120 perros por año, se debían ir reponiendo, y la razón es que trabajábamos con seguridad canina, pero entre todas estas razas y en todos los casos siempre brillaron los DOBERMANN, para estos tiempos la linea europea recién llegaba a Venezuela, la que se conocía era la linea americana de trabajo, así fue que para ese momento se conoció en Venezuela, nacieron los mitos de satanización del dobermann al grado de casi desaparecerlos.
Desde estos tiempos INFAC mantuvo un pie de cría, 16 generaciones se mantienen en lo que hoy tenemos, no obstante tenemos registro desde 1998 y los cruces controlados; hemos aprendido de ellos, a comprenderlos, conocerlos, como reaccionan, son valientes, desconfiados, lo que lo hacen el mejor guardián, nobles al extremo de dar su vida por quienes lo cuidan, PARESIERA REAL MENTE QUE ENTIENDEN Y RAZONAN, una raza que logra impactar en la vida de quienes los tienen.